Es un arte que pone de manifiesto las cualidades de las piedras que la fuerza de la naturaleza han esculpido a través de siglos, dándoles formas sugestivas de montañas, islas, objetos, animales, etc.. También se les denomina "piedras paisaje".
Los aficionados a coleccionar Suisekis eligen estas piedras por su gran parecido con un entorno natural, por la belleza de las formas, por la singularidad de los colores, por la textura, etc..
El origen del arte del Suiseki se encuentra en China hacia el año 2.000 A.C., y es desde allí que pasa a Japón hacia el siglo V o VI D.C.. Son los japoneses quienes lo enriquecen, definiendo los estilos y normas básicas que actualmente sirven de guía para todos los aficionados de cualquier parte del mundo.
La historia del Suiseki está íntimamente relacionado con el mundo del Bonsái, del que es habitual compañero.
El poderoso atractivo del arte del Suiseki radica en la capacidad de descubrir obras de arte únicas, hechas por la naturaleza, nunca modificado por el hombre, y en la oportunidad de realzarlas al encontrar la forma correcta de exponerla.
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